Las fintech están transformando el panorama financiero, cambiando rápidamente las formas en que se prestan los servicios financieros a empresas y consumidores. El mercado global de fintech se valoró en unos 127.660 millones de dólares en 2018, y se espera que crezca hasta los 309.980 millones de dólares en 2022 a una tasa de crecimiento anual del 24,8%.
Entonces, ¿qué son las fintech? La tecnología financiera abarca una serie de servicios financieros y se refiere a las empresas, a menudo de nueva creación, que están perturbando el mercado de los servicios financieros. Según el informe Fintech 100 de KPMG, las áreas en las que las empresas de tecnología financiera son más frecuentes son los pagos y las transacciones, los préstamos y el crédito, y el patrimonio y la intermediación.
Sin embargo, las fintech también están creciendo en otras esferas financieras, como el blockchain, las hipotecas y los servicios de Neobanking. Los nativos digitales, como Futswap, desafían los productos, servicios y experiencias de los usuarios de los bancos y organizaciones de servicios financieros tradicionales.
¿Por qué las fintech son tan populares?
Las fintech están haciendo que los servicios bancarios y financieros sean más ágiles y accesibles. Mediante el uso de la tecnología, los usuarios pueden aprovechar la automatización para acelerar procesos que antes habría gestionado un humano. Si bien esto es una gran noticia para los usuarios finales, está provocando una importante sacudida para los actores más tradicionales del mercado.
Dado que los servicios de tecnología financiera suelen ser más rápidos, rentables y sencillos. Por ello, son populares entre las startups y las nuevas empresas, que buscan soluciones rápidas pero eficaces para sus operaciones cotidianas.
Las fintech tienen en cuenta a las instituciones financieras, los clientes, las tendencias comerciales y las prácticas de trabajo. No sólo eso, sino que también deben protegerse de cualquier incertidumbre económica. Mediante prácticas empresariales de flexibilidad. Lo que puede implicar la contratación de equipos de desarrolladores remotos. Además, colaborar con un banco o adaptarse al entorno empresarial requiere.
